Las agujas se insertan en puntos del cuerpo situados en canales no visibles donde, según la medicina tradicional china, circula la energía. Los problemas orgánicos hacen que esa energía se pierda o fluya de manera más lenta, desequilibrando el Ying y el Yang.
La acupuntura es una práctica muy extendida desde hace miles de años en países asiáticos, pero hoy en día se practica en todos los países del mundo, tanto en la zona oriental como occidental.
Las agujas son muy finas y de metal. No son en absoluto dolorosas, ni dejan molestias duraderas.
La acupuntura intenta equilibrar la energía de tu cuerpo, que muchas veces se canaliza de manera errónea por tu modo de vida, tus hábitos o tu alimentación. No interfiere en los tratamientos habituales que los médicos prescriben, por lo que no es excluyente.